1. Introducción
La infancia, visualizando a los niños como un grupo que requiere políticas e indicadores específicos –en la medida que sus necesidades son particulares y diferentes de las de los
adultos– requiere una especial atención debido a la crisis que afecta al mundo hoy en día. Los niños experimentan la pobreza de forma diferente a los adultos, y ésta tiene también distintas formas y facetas. Hablamos de un colectivo más vulnerable a sus efectos, sus necesidades son más urgentes, y las consecuencias son de larga duración tanto en ellos como en el futuro de la sociedad. La experiencia de pobreza en las primeras edades puede significar un desarrollo vital enmarcado en la pobreza, poniendo así en riesgo el capital humano del futuro.
2. Conceptos sobre la infancia
Crecimiento. Es el rasgo fisiológico que define al niño y lo diferencia del adulto. Es un proceso básicamente cuantitativo, vinculado al aumento de la masa de tejidos y órganos, que se acompaña de una remodelación morfológica y maduración funcional (Hernández Rodríguez, 2001). Se evalúa a través del aumento del tamaño corporal.
Desarrollo infantil. Es un proceso de cambio en el que los niños aprenden y adquieren niveles cada vez más complejos de movimientos, pensamientos, sentimientos y de relación con los demás. Es por tanto un proceso multidimensional que incluye lo motor, lo cognitivo (capacidad para integrar, pensar, razonar), lo emocional (autoconfianza, capacidad para sentir) y lo social (capacidad para relacionarse con los otros).
Bienestar Infantil. Es un concepto que actualmente incluye tanto las influencias materiales y ambientales que inciden sobre los niños, como la percepción directa que los mismos tienen de su estado físico, emocional y social. Abarca los aspectos positivos y negativos de los diversos contextos en que se desarrollan sus vidas (escuela, familia, comunidades, grupos de amigos).
Crecimiento. Es el rasgo fisiológico que define al niño y lo diferencia del adulto. Es un proceso básicamente cuantitativo, vinculado al aumento de la masa de tejidos y órganos, que se acompaña de una remodelación morfológica y maduración funcional (Hernández Rodríguez, 2001). Se evalúa a través del aumento del tamaño corporal.
Desarrollo infantil. Es un proceso de cambio en el que los niños aprenden y adquieren niveles cada vez más complejos de movimientos, pensamientos, sentimientos y de relación con los demás. Es por tanto un proceso multidimensional que incluye lo motor, lo cognitivo (capacidad para integrar, pensar, razonar), lo emocional (autoconfianza, capacidad para sentir) y lo social (capacidad para relacionarse con los otros).
Bienestar Infantil. Es un concepto que actualmente incluye tanto las influencias materiales y ambientales que inciden sobre los niños, como la percepción directa que los mismos tienen de su estado físico, emocional y social. Abarca los aspectos positivos y negativos de los diversos contextos en que se desarrollan sus vidas (escuela, familia, comunidades, grupos de amigos).
3. Que es la pobreza y que es la pobreza infantil
Hay muchas variantes en la definición de pobreza ya que podemos encontrar varios tipos de ella pero lo que básicamente entendemos por pobreza, es una situación o forma de vida que aparece cuando las personas carecen de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas. Por lo tanto cuando nuestras necesidades básicas no están cubiertas, hablamos de una situación de pobreza. Esta situación o forma de vida se caracteriza por deficiencias en la alimentación, por una falta de acceso a la asistencia sanitaria, por una falta de recursos para poder recibir una educación, y por no poseer una vivienda que reúna los requisitos básicos para desarrollarse correctamente, entre otros.
Los seres humanos tenemos un sentido de supervivencia que nos impulsa a seguir adelante cuando estamos en esta situación de necesidad extrema que es la pobreza en la que parece que todo haya acabado.
Uno de los errores en la utilización del término de pobreza, es que usamos este para hacer referencia al término subdesarrollo, lo que supone un eufemismo. El subdesarrollo está vinculado a la incapacidad de un país o una región para alcanzar un adecuado nivel de desarrollo de sus capacidades.
Como hemos dicho anteriormente, el concepto de pobreza es muy amplio y en ocasiones no es utilizado correctamente. Cuando hablamos de la pobreza en familia, consideraremos que esta está por debajo de la línea de pobreza cuando sus ingresos no les permiten alcanzar a la canasta básica de los alimentos y cuando esta situación se prolonga en el tiempo y se extiende, hablamos de pauperización (proceso que por diversos motivos, hace que un grupo de personas pierda un nivel de vida que había alcanzado, lo que se produce por la falta de acceso a recursos con los que antes contaba). Es decir, la pauperización, implica ser cada vez más pobre.
Todo esto es a lo que nos referimos cuando hablamos de pobreza, pero hay un colectivo de personas extremadamente vulnerables a esta situación de pobreza, nos referimos a los niños y niñas.
3.1 Cuestión de derechos
La pobreza se puede definir desde varias perspectivas y la económica es una de ellas. Pero en cuanto a la niñez, la definición del término de pobreza no debemos limitarlo a una consideración de recursos financieros insuficientes ya que los niños y niñas que sufren una situación de pobreza, también se ven privados de sus derechos fundamentales y de sus perspectivas de futuro. La pobreza impide la supervivencia de un niño e incluso le puede dificultar los aspectos de su desarrollo tanto físico, como mental, emocional, cultural, social, familiar o espiritual.
El impacto de la pobreza en un niño es tan fuerte que se podría considerar, como la principal causa de la violación de los derechos infantiles.
“Los niños y las niñas que viven en la pobreza sufren una privación de los recursos materiales, espirituales y emocionales necesarios para sobrevivir, desarrollarse y prosperar, lo que les impide disfrutar de sus derechos, alcanzar su pleno potencial o participar como miembros plenos y en pie de igualdad de la sociedad” (Estado Mundial de la Infancia, 2005, UNICEF).
3.2 Importancia de la pobreza infantil
Existe actualmente una fuerte evidencia científica que muestra cómo la pobreza y la exclusión social impactan sobre el crecimiento, el desarrollo integral (cognitivo, conductual y emocional) y la salud de los niños, en particular cuando sus efectos se imponen desde etapas muy tempranas de la vida y en forma continua. Entre la pobreza económica y sus consecuencias, actúan mecanismos psicosociales intermediarios que interaccionan y potencian el impacto de las carencias materiales, lo que termina afectando las posibilidades de integración social y económica futuras, reproduciendo los mecanismos en los que se sostiene la pobreza (Terra y otros, 1987; GIEP, 1996 y 2007)
4. Sistema favorecedor de la pobreza
A continuación vamos a ver varias cuestiones económicas y sociales que favorecen al desarrollo del empobrecimiento de determinados colectivos sociales.
El modelo económico en el que nos encontramos es un modelo contra cíclico, es decir, en las etapas de recesión económica del país las desigualdades entre clases sociales se profundizan quedando la sociedad dividida prácticamente en dos grandes clases, la clase baja, muy extensa, y la clase alta o los ricos formada por un número menor de personas muy poderosas que toman la mayor parte de decisiones que afectan al país –directa o indirectamente. En las etapas de crecimiento económico no ocurre lo contrario como se esperaría sino que el nivel de vida aumenta, la tasa de pobreza desciende aunque no existe una aproximación entre clases. Por ello existe de igual modo una desigualdad aunque no es tan visible, porque los salarios son más altos y por tanto las condiciones de vida son mejores, sigue estando presente.
Otro factor determinante para el aumento de pobreza en nuestro país es el aumento de cronicidad, es decir, el tiempo de permanencia de la situación de paro se está alargando llegando a ser entre 1 y 2 años, el 58% de la población parada lo está por más de un año y el 35% lo están por más de dos años. El hecho de que sean las personas mayores de 50 años las que más sufran el desempleo hace que en un futuro tengan menos posibilidades de encontrar un trabajo por el aumento de edad y por tanto, la pobreza en este rango de edad no desaparezca o sea más difícil reestructurar la situación.
La presencia de los llamados “contratos basura” hace que a un empresario le salga mucho más barato que antes despedir a un trabajador y las jornadas laborales sean menores y peor pagadas por tanto muchos puestos actuales se caracterizan por su inestabilidad y fragilidad en la pérdida del mismo. Este hecho conlleva a generar un futuro bastante precario de las personas activas actualmente ya que, con este tipo de trabajo, la finalización de su vida laboral se verá valorada con unas cotizaciones bajas e irregulares en el sistema de Seguridad Social lo que conlleva unas pensiones por jubilación extremadamente bajas como para financiar una vida de calidad.
El descenso de la renta media es un proceso que hace que la población más vulnerable se vea afectada quedando así con el sumatorio de los anteriores efectos, excluidos de la sociedad muchos colectivos como inmigrantes, personas sin hogar, familias monoparentales o personas en situación de desempleo. Teniendo que asimilar unas condiciones de vida precarias con un creciente aumento de las necesidades básicas (alimento, vestimenta, vivienda o estudios superiores) que deberían estar garantizadas por un país desarrollado como teóricamente es España. Una pérdida del poder adquisitivo hace que el sustento de una vivienda, el acceso a centros sanitarios debido a la masiva privatización de muchos de ellos y del mismo modo a centros educativos, sea mucho más costosa que en épocas anteriores.
Los recortes sufridos en el sistema de servicios sociales es un factor que hace que la situación de pobreza se quede estancada y no evolucione hacia una mejora en la calidad de vida de las personas. La disminución de las ayudas prestadas por este sistema tanto económicas como sociales hace que las personas en riesgo de exclusión no puedan acceder fácilmente a estos servicios o que estos no sean de calidad, por tanto no puedan cubrir las necesidades existentes de los colectivos vulnerables al no existir unos presupuestos suficientes por parte del Estado. La ausencia de un pensamiento homogéneo a favor del desarrollo de este sistema hace que las personas sientan inseguridad ante una posible situación problemática e incluso crítica por falta de recursos.
La errónea creencia de la poca rentabilidad que genera una inversión en el sistema de servicios sociales hace que por mucho que existan estos no son comparables a los de los países europeos con una diferencia en el gasto social de un 27% del PIB en España, frente a un 29,3% en la Europa de los 15 durante el año 2011 (Navarro, V; Torres, J; Garzón, A; 2011: 103-108)
Los recortes en prestaciones económicas como por ejemplo becas para el estudio hacen que las personas o familias que estén en situación de riesgo de pobreza se les haga más difícil o casi imposible financiar la sustentación de la familia además de la persona estudiante, por tanto, la posibilidad de ejecutar un estudio superior es menor para muchas personas y por tanto la pérdida de “mano de obra” de futuros profesionales, que en consecuencia, hace que la economía se paralice.
Todos estos hechos sumando otros como la pérdida del hogar de muchas familias hacen que las personas generen un agotamiento emocional por la crítica situación del país con un futuro no demasiado embriagador y unas posibilidades bastante bajas de mejorar la situación si las cosas no cambian.
Todos sabemos que estamos en un momento de crisis que afecta a todos aunque debemos tener presente que son algunos los que la sufren en mayor escala que otros y por ello la concepción de las prioridades estatales debe cambiar en 360 grados para encaminar la situación.
5. Cuarto mundo
El cuarto mundo hace referencia a los grupos de población que viven inmersos en carencias y marginaciones dentro de sociedades desarrolladas, donde se presupone que sus miembros pueden disfrutar de todos los recursos básicos con abundancia.
En España la situación de los más pequeños no es alentadora y sólo superado por Romanía, España es hoy en día el segundo país de la Unión Europea con mayor índice de pobreza infantil.
Según UNICEF 2,6 millones de niños han pasado a vivir por debajo del umbral de la pobreza en los países desarrollados desde 2008, por lo que el número total de niños en el mundo desarrollado que viven en la pobreza se eleva ya a 76,5 millones de niños. Ante esta cifra es inevitable ver el impacto que supuso la crisis económica global ante un colectivo tan vulnerable como la infancia, y no solo en impacto que tiene en los niños y niñas sino en sus familias por la dificultad de recuperar el nivel de bienestar anterior a la crisis.
La recuperación, de los niveles anteriores a la crisis, es una palabra muy costosa si tenemos en cuenta que por ejemplo, que en Grecia, en 2012, los ingresos medios de los hogares formados por familias con niños se hundieron hasta los niveles de 1998, el equivalente a una pérdida de 14 años de avances en cuanto a ingresos. Y que le siguen de cerca Irlanda, Luxemburgo y España perdiendo una década; Islandia 9 años; e Italia, Hungría y Portugal 8 años. Por lo que el receso en calidad de vida afecta, no por igual, pero si en todo el mundo, en países que considerábamos desarrollados, países que afirman ser estados de bienestar, pero que aún así en cuestión de pocos años han retrocedido abismalmente las garantías de calidad de vida que podían ofrecer antes de la crisis a su población. Y aquí es donde aparece el cuarto mundo dentro del primer mundo, no hablamos de desnutrición infantil sólo en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, hablamos de desnutrición infantil en las aulas de los colegios españoles, hablamos de pobreza energética en hogares de todos los municipios, hablamos de falta de recursos, hablamos de hogares con una intensidad laboral muy baja o nula, hablamos de desahucios y más desahucios, pero no debemos olvidar que cuando hablamos de todo esto hablamos de personas que se ven arrolladas ante el precipicio de la pobreza, y si hablamos de familias con niños, hablamos de niños y niñas que no pueden valerse por sí solos, que necesitan estar sanos, bien alimentados, recibir una educación de calidad, dormir bajo un techo…necesitan unas condiciones para poder crecer correctamente y valerse por sí solos en un futuro. Lo que no necesitan es entrar a formar parte de un grupo marcado por la marginación y la exclusión, cuando en el país donde se encuentran deberían de tener la posibilidad de optar a todo aquello que les permita formarse como las personas que construirán la sociedad algún día.
6. Consecuencias de la pobreza en cifras.
Como consecuencias del contexto en el que nos encontramos sabemos que el 20% de la población rica tiene un poder adquisitivo 7,5 veces mayor que el 20% de la población pobre. Podemos afirmar por tanto la incompetencia del sistema redistributivo español que hace que la desigualdad entre homólogos –porque al fin y al cabo somos iguales o por lo menos teóricamente- sea abismal como nos avalan los datos.
Como se ha mencionado, el conjunto de las diferentes situaciones difíciles hace que se expanda un sentimiento de imposibilidad, desamparo y angustia social que a su vez genera muchas enfermedades psicológicas como depresión o ansiedad que impiden la motivación y el esfuerzo de la sociedad ante nuevos posibles puestos de trabajo.
La falta de recursos está haciendo que muchas familias se estén viendo en la calle y la gran mayoría con niños pequeños. Hablamos de familias que no tienen nada que dar de comer a sus miembros y, familias que antes de la crisis se situaban en la clase media. No podemos seguir con la venda en los ojos y creer que todas aquellas personas que están en la calle solo son inmigrantes o personas que se lo han buscado (toxicómanos, sin techo, alcohólicos…) sino que, por mucho que no lo veamos y que no os rodee debemos de ser conscientes que el día de mañana nos puede tocar a nosotros.
La tasa de pobreza aumento de 17,7% en 2007 a 21,1% en 2012, la tasa de desempleo se ha triplicado en cinco años pasando a ser de 8,6% al 26% es decir, 6 millones de parados aproximadamente, el número de ejecuciones hipotecarias se ha multiplicado por 3,5 siendo en 2007 de 25.943 a finalizar el 2012 con 91.622 desahucios.
El umbral de pobreza se situaba en 2009 en 7.980 € (por persona adulta al año) hasta descender a 7.355 € en 2012 por lo tanto, en la actualidad hay que ser más pobre que antes para ser considerado pobre. La pobreza severa ha alcanzado los 3 millones de personas lo que supone un 6,4% de la población (cifra duplicada desde 2007).
La renta disponible por persona cayó casi un 11% en el periodo que abarca desde 2006 a 2011.
Toda esta situación de empobrecimiento está haciendo que, por ejemplo, Cáritas haya triplicado el número de personas atendidas desde el comienzo de la crisis hasta el 2012 llegando a ser 1.300.194 las personas ayudadas.
A continuación vamos a ver varias cuestiones económicas y sociales que favorecen al desarrollo del empobrecimiento de determinados colectivos sociales.
El modelo económico en el que nos encontramos es un modelo contra cíclico, es decir, en las etapas de recesión económica del país las desigualdades entre clases sociales se profundizan quedando la sociedad dividida prácticamente en dos grandes clases, la clase baja, muy extensa, y la clase alta o los ricos formada por un número menor de personas muy poderosas que toman la mayor parte de decisiones que afectan al país –directa o indirectamente. En las etapas de crecimiento económico no ocurre lo contrario como se esperaría sino que el nivel de vida aumenta, la tasa de pobreza desciende aunque no existe una aproximación entre clases. Por ello existe de igual modo una desigualdad aunque no es tan visible, porque los salarios son más altos y por tanto las condiciones de vida son mejores, sigue estando presente.
Otro factor determinante para el aumento de pobreza en nuestro país es el aumento de cronicidad, es decir, el tiempo de permanencia de la situación de paro se está alargando llegando a ser entre 1 y 2 años, el 58% de la población parada lo está por más de un año y el 35% lo están por más de dos años. El hecho de que sean las personas mayores de 50 años las que más sufran el desempleo hace que en un futuro tengan menos posibilidades de encontrar un trabajo por el aumento de edad y por tanto, la pobreza en este rango de edad no desaparezca o sea más difícil reestructurar la situación.
La presencia de los llamados “contratos basura” hace que a un empresario le salga mucho más barato que antes despedir a un trabajador y las jornadas laborales sean menores y peor pagadas por tanto muchos puestos actuales se caracterizan por su inestabilidad y fragilidad en la pérdida del mismo. Este hecho conlleva a generar un futuro bastante precario de las personas activas actualmente ya que, con este tipo de trabajo, la finalización de su vida laboral se verá valorada con unas cotizaciones bajas e irregulares en el sistema de Seguridad Social lo que conlleva unas pensiones por jubilación extremadamente bajas como para financiar una vida de calidad.
El descenso de la renta media es un proceso que hace que la población más vulnerable se vea afectada quedando así con el sumatorio de los anteriores efectos, excluidos de la sociedad muchos colectivos como inmigrantes, personas sin hogar, familias monoparentales o personas en situación de desempleo. Teniendo que asimilar unas condiciones de vida precarias con un creciente aumento de las necesidades básicas (alimento, vestimenta, vivienda o estudios superiores) que deberían estar garantizadas por un país desarrollado como teóricamente es España. Una pérdida del poder adquisitivo hace que el sustento de una vivienda, el acceso a centros sanitarios debido a la masiva privatización de muchos de ellos y del mismo modo a centros educativos, sea mucho más costosa que en épocas anteriores.
Los recortes sufridos en el sistema de servicios sociales es un factor que hace que la situación de pobreza se quede estancada y no evolucione hacia una mejora en la calidad de vida de las personas. La disminución de las ayudas prestadas por este sistema tanto económicas como sociales hace que las personas en riesgo de exclusión no puedan acceder fácilmente a estos servicios o que estos no sean de calidad, por tanto no puedan cubrir las necesidades existentes de los colectivos vulnerables al no existir unos presupuestos suficientes por parte del Estado. La ausencia de un pensamiento homogéneo a favor del desarrollo de este sistema hace que las personas sientan inseguridad ante una posible situación problemática e incluso crítica por falta de recursos.
La errónea creencia de la poca rentabilidad que genera una inversión en el sistema de servicios sociales hace que por mucho que existan estos no son comparables a los de los países europeos con una diferencia en el gasto social de un 27% del PIB en España, frente a un 29,3% en la Europa de los 15 durante el año 2011 (Navarro, V; Torres, J; Garzón, A; 2011: 103-108)
Los recortes en prestaciones económicas como por ejemplo becas para el estudio hacen que las personas o familias que estén en situación de riesgo de pobreza se les haga más difícil o casi imposible financiar la sustentación de la familia además de la persona estudiante, por tanto, la posibilidad de ejecutar un estudio superior es menor para muchas personas y por tanto la pérdida de “mano de obra” de futuros profesionales, que en consecuencia, hace que la economía se paralice.
Todos estos hechos sumando otros como la pérdida del hogar de muchas familias hacen que las personas generen un agotamiento emocional por la crítica situación del país con un futuro no demasiado embriagador y unas posibilidades bastante bajas de mejorar la situación si las cosas no cambian.
Todos sabemos que estamos en un momento de crisis que afecta a todos aunque debemos tener presente que son algunos los que la sufren en mayor escala que otros y por ello la concepción de las prioridades estatales debe cambiar en 360 grados para encaminar la situación.
5. Cuarto mundo
El cuarto mundo hace referencia a los grupos de población que viven inmersos en carencias y marginaciones dentro de sociedades desarrolladas, donde se presupone que sus miembros pueden disfrutar de todos los recursos básicos con abundancia.
En España la situación de los más pequeños no es alentadora y sólo superado por Romanía, España es hoy en día el segundo país de la Unión Europea con mayor índice de pobreza infantil.
Según UNICEF 2,6 millones de niños han pasado a vivir por debajo del umbral de la pobreza en los países desarrollados desde 2008, por lo que el número total de niños en el mundo desarrollado que viven en la pobreza se eleva ya a 76,5 millones de niños. Ante esta cifra es inevitable ver el impacto que supuso la crisis económica global ante un colectivo tan vulnerable como la infancia, y no solo en impacto que tiene en los niños y niñas sino en sus familias por la dificultad de recuperar el nivel de bienestar anterior a la crisis.
La recuperación, de los niveles anteriores a la crisis, es una palabra muy costosa si tenemos en cuenta que por ejemplo, que en Grecia, en 2012, los ingresos medios de los hogares formados por familias con niños se hundieron hasta los niveles de 1998, el equivalente a una pérdida de 14 años de avances en cuanto a ingresos. Y que le siguen de cerca Irlanda, Luxemburgo y España perdiendo una década; Islandia 9 años; e Italia, Hungría y Portugal 8 años. Por lo que el receso en calidad de vida afecta, no por igual, pero si en todo el mundo, en países que considerábamos desarrollados, países que afirman ser estados de bienestar, pero que aún así en cuestión de pocos años han retrocedido abismalmente las garantías de calidad de vida que podían ofrecer antes de la crisis a su población. Y aquí es donde aparece el cuarto mundo dentro del primer mundo, no hablamos de desnutrición infantil sólo en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, hablamos de desnutrición infantil en las aulas de los colegios españoles, hablamos de pobreza energética en hogares de todos los municipios, hablamos de falta de recursos, hablamos de hogares con una intensidad laboral muy baja o nula, hablamos de desahucios y más desahucios, pero no debemos olvidar que cuando hablamos de todo esto hablamos de personas que se ven arrolladas ante el precipicio de la pobreza, y si hablamos de familias con niños, hablamos de niños y niñas que no pueden valerse por sí solos, que necesitan estar sanos, bien alimentados, recibir una educación de calidad, dormir bajo un techo…necesitan unas condiciones para poder crecer correctamente y valerse por sí solos en un futuro. Lo que no necesitan es entrar a formar parte de un grupo marcado por la marginación y la exclusión, cuando en el país donde se encuentran deberían de tener la posibilidad de optar a todo aquello que les permita formarse como las personas que construirán la sociedad algún día.
6. Consecuencias de la pobreza en cifras.
Como consecuencias del contexto en el que nos encontramos sabemos que el 20% de la población rica tiene un poder adquisitivo 7,5 veces mayor que el 20% de la población pobre. Podemos afirmar por tanto la incompetencia del sistema redistributivo español que hace que la desigualdad entre homólogos –porque al fin y al cabo somos iguales o por lo menos teóricamente- sea abismal como nos avalan los datos.
Como se ha mencionado, el conjunto de las diferentes situaciones difíciles hace que se expanda un sentimiento de imposibilidad, desamparo y angustia social que a su vez genera muchas enfermedades psicológicas como depresión o ansiedad que impiden la motivación y el esfuerzo de la sociedad ante nuevos posibles puestos de trabajo.
La falta de recursos está haciendo que muchas familias se estén viendo en la calle y la gran mayoría con niños pequeños. Hablamos de familias que no tienen nada que dar de comer a sus miembros y, familias que antes de la crisis se situaban en la clase media. No podemos seguir con la venda en los ojos y creer que todas aquellas personas que están en la calle solo son inmigrantes o personas que se lo han buscado (toxicómanos, sin techo, alcohólicos…) sino que, por mucho que no lo veamos y que no os rodee debemos de ser conscientes que el día de mañana nos puede tocar a nosotros.
La tasa de pobreza aumento de 17,7% en 2007 a 21,1% en 2012, la tasa de desempleo se ha triplicado en cinco años pasando a ser de 8,6% al 26% es decir, 6 millones de parados aproximadamente, el número de ejecuciones hipotecarias se ha multiplicado por 3,5 siendo en 2007 de 25.943 a finalizar el 2012 con 91.622 desahucios.
El umbral de pobreza se situaba en 2009 en 7.980 € (por persona adulta al año) hasta descender a 7.355 € en 2012 por lo tanto, en la actualidad hay que ser más pobre que antes para ser considerado pobre. La pobreza severa ha alcanzado los 3 millones de personas lo que supone un 6,4% de la población (cifra duplicada desde 2007).
La renta disponible por persona cayó casi un 11% en el periodo que abarca desde 2006 a 2011.
Toda esta situación de empobrecimiento está haciendo que, por ejemplo, Cáritas haya triplicado el número de personas atendidas desde el comienzo de la crisis hasta el 2012 llegando a ser 1.300.194 las personas ayudadas.
7.
¿La pobreza afecta a todos los colectivos por igual?
Tabla 1:
Año
|
2004
|
2005
|
2006
|
2007
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
Tasa
de pobreza en España (%)
|
19,9
|
19,7
|
19,9
|
19,7
|
19,6
|
19,5
|
20,7
|
21,8
|
21,1
|
Pobreza
65 años y más (%)
|
29,5
|
29,3
|
30,7
|
28,2
|
27,4
|
25,2
|
21,7
|
20,8
|
16,9
|
Pobreza
16 a 64 años (%)
|
16,4
|
16,4
|
16,4
|
16,8
|
16,8
|
17,2
|
19,4
|
20,8
|
21
|
Pobreza
<16 años (%)
|
24,2
|
24
|
24
|
23,6
|
24,1
|
23,3
|
25,3
|
26,7
|
25,9
|
Muy
baja intensidad laboral
|
54,4
|
56,8
|
59,6
|
54,1
|
55,2
|
57,3
|
57,1
|
60,4
|
-
|
Ciudadanos
extracomunitarios
|
32,5
|
39,0
|
29,1
|
29,7
|
31,6
|
30,3
|
35,0
|
43,2
|
-
|
Hogar
monomarental
|
40,3
|
37,3
|
37,6
|
34,1
|
38,6
|
36,7
|
45,5
|
38,9
|
-
|
Estudios
primarios o inferiores (18-64 años)
|
22,9
|
21,7
|
22,6
|
21,7
|
22,6
|
23,3
|
26,6
|
28,8
|
-
|
Hogar
de una persona
|
38,5
|
33,7
|
34,9
|
34,7
|
31,4
|
30,8
|
25,7
|
24,6
|
-
|
Como podemos
observar en la tabla 1, el porcentaje de pobreza en las personas de 65 años o
más ha conseguido descender de 29,5% en 2004 hasta 16,9% en 2012, datos
significativos pero ¿positivos? La reducción de la tasa de pobreza no es
consecuencia de una reestructuración en el sistema de pensiones o un aumento en
los ingresos de las personas jubiladas sino en que la sociedad está siendo cada
vez más pobre y por tanto las personas tienen que ser más pobres ahora que
antes para ser considerada pobres. Por ello esa bajada del porcentaje hace que –relativamente
o teóricamente- exista una población jubilada “no pobre” que a la hora de la
verdad tienen unas pagas mínimas con las que no pueden tener una vida de
calidad.
Es el colectivo
de 16 a 65 años el que ha empobrecido de forma más progresiva respecto a los
dos restantes aunque si miramos el primer y último dato ha sido el que más ha
aumentado con una elevación de 4,6 %. Hay que tener en cuenta que nos estamos
refiriendo en esta edad a personas estudiantes, trabajadores que hacen que la
economía del país se dinamice y cabezas de familia que necesitan dar de comer a
los miembros de su familia.
En el colectivo
menor de 16 años, que es en el que profundizaremos en este tema, es el que
menos crecimiento de pobreza ha obtenido con un aumento de 1,7 % aunque como
vemos es el que más fluctuaciones ha tenido a lo largo de los años. Sufre un
crecimiento del 2009 al 2010 aumentando con un 2% siguiéndole el aumento del
año siguiente con un 1,4%. Favorablemente, en el año 2012 descendió el índice,
quizás por una posible concienciación de las ayudas comedor para la infancia y
adolescencia.
Como queda
reflejado pues la pobreza no afecta a todos los niveles por igual, los
ciudadanos extracomunitarios (fuera de la UE) han aumentado su pobreza en un
10,7% de 2004 a 2011, ha sido el colectivo que ha sufrido una mayor subida en
estos años. Seguidos a estos encontramos el colectivo de estudios primarios o
inferiores y el colectivo de intensidad laboral baja (<20% del año) que
ambos dos han aumentado su baremos en un 6% aproximadamente cada uno.
Satisfactoriamente
el colectivo de hogar de una persona ha disminuido su tasa en u 13,9% de 2004 a
2011 seguido de los hogares monomarentales (utilizamos en concepto marental
debido a que 90% de los casos en el que es un adulto con menores suele ser una
mujer) que han conseguido descender su tasa de pobreza desde un 1,4% de 2004 a
2011.
8.
Organizaciones, asociaciones y fundaciones en defensa a la pobreza y a la pobreza
infantil
Como
ya sabemos en nuestro país existen una gran cantidad de instituciones,
fundaciones y de organizaciones que intentan erradicar la pobreza en España y
en el mundo en general. Entre esta gran cantidad, queremos especificar y
centrarnos en explicaros las 7 instituciones que consideramos más potentes e
importantes en nuestro país.
En primer lugar tenemos Mansunides; es una organización no
gubernamental española, de voluntarios que luchan con el objetivo de erradicar
el hambre y la pobreza en el mundo. Sus dos líneas de trabajo son financiar
proyectos de desarrollo en el sur (continente africano) y sensibilizar a la
población española.
La organización Mans Unides de Lleida, ha llevado a cabo tres proyectos
muy importantes para el desarrollo de países tercermundistas. Estos proyectos
son: Proyecto educación Asia, proyecto social Asia y por último proyecto
agropecuario América.
En segundo lugar hablamos de UNICEF;
también llamado Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, es un
programa de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que provee ayuda humanitaria
y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo. Aquí en nuestro país,
existe UNICEF comité español. Su
objetivo es garantizar que se cumplan los derechos de los niños a la salud,
educación y protección en todo el mundo. Garantizar que todos los niños del
mundo puedan gozar de las necesidades básicas, como es alimentación, salud,
etc.
A continuación hablamos de Cáritas;
es la confederación oficial de las entidades
de acción caritativa y social de la Iglesia católica en España, instituida por
la Conferencia Episcopal. Esta desarrolla dentro de España una importante labor
de apoyo y promoción social a diversos grupos sociales en situación de
precariedad y/o exclusión social.
Cáritas crea programas
de desarrollo social y coopera en erradicar la pobreza en diferentes países del
mundo.
Por otra parte, tenemos
a Cruz Roja; una de las instituciones más importantes en nuestro país
por su amplio contenido de ámbitos. La Cruz Roja es uno de los
movimientos humanitarios y asistenciales más reconocidos del mundo y asimismo
el que mayor presencia ha demostrado cada vez que la humanidad se lo demanda. Es una institución en defensa de los derechos humanos, el medio ambiente, la
lucha contra la discriminación racial, la defensa de las minorías étnicas, la
cooperación con los países más desfavorecidos del planeta, en definitiva la
solidaridad y el compromiso con los más desfavorecidos tienen cabida en este
espacio.
Como en el caso de otras instituciones, cruz
roja, tiene un centro en Lleida, en el cual hay una gran variedad de proyectos
y actividades para concienciar a la sociedad sobre la pobreza. Para la gente
joven hay muchas actividades de voluntariado de todo tipo.
A continuación, hablaremos cobre Educo, una organización no muy conocida
pero muy importante en el ámbito de la pobreza infantil; es una ONG global de
cooperación para el desarrollo. Su prioridad es la infancia i la garantía de
los derechos de estos, en especial a recibir una educación de calidad. Esta
organización actúa en diferentes países de América, Asia, África y Europa. Unas
de las iniciativas más importantes que están llevando a cabo en la actualidad
es el proyecto becas comedor, para garantir una buena alimentación de todos los
niños y el proyecto apadrina a un niño, para poder darles una oportunidad de
vida a todos esos niños necesitados de países del tercer mundo.
Otra organización no muy conocida, pero que hemos
encontrado muy importante y necesaria, es la Fundación Balia; es una organización sin ánimo de lucro y sin
filiación política ni religiosa, que se dedica al desarrollo integral de la
infancia i la juventud en riesgo social. Es una fundación, la cual uno de sus
principales objetivos es la erradicación de la pobreza, garantizando una buena
educación, una buena alimentación y una buena salud de los niños y jóvenes del
país. Unos de los proyectos más importantes i exitosos de esta organización,
son las aulas de refuerzo, campamentos, colonias urbanas, etc,
Por
último hablaremos de EAPN España; es una coalición
independiente de ONG y otros grupos involucrados en la lucha contra la pobreza
y la exclusión social en los Estados miembro de la Unión Europea. Está comprometida en la
erradicación de la pobreza y la exclusión social, busca permitir que aquellas
personas que sufren la pobreza y la exclusión social puedan ejercer sus
derechos y deberes, así como romper con su aislamiento y su situación, y tiene
como objetivo principal situar ambas cuestiones en
el centro de los debates políticos de la Unión Europea.
Sus objetivos son:
- Intentar erradicar la pobreza y la exclusión social dentro del estado Español, procurando una unión entre las entidades públicas y privadas a nivel local, autonómico y estatal.
- Colaborar en la creación de las políticas para eliminar el fenómeno de la pobreza y de la exclusión social. También en el diseño de programas de lucha contra las situaciones nombradas anteriormente.
- Hacer funcionar grupos de presión, denuncia y reivindicación a favor de las personas que sufren situaciones de pobreza y exclusión social.
- Ayudar a definir fenómenos de la pobreza y de la exclusión social, y coordinar organizaciones y personas que formen la asociación frente a ellos.
- Colaborar en iniciativas para cumplir los objetivos de la asociación.
- Ayudar a expresarse y participar a aquellas personas que se ven afectados por la pobreza o por la exclusión social.
- Unión en la Asociación, por parte de los miembros que forman parte de ella.
- Compartir experiencias entre las personas afectadas.
Podemos encontrar otras organizaciones instituciones y fundaciones, que su principal objetivo es
erradicar la pobreza en el mundo, como son: la Fundación Bill y Melinda Gates, OxfamInternacional o El banco de alimentos
Programa: “Aules contra la pobresa”
Programa contra la pobreza que se imparte en algunos grados (medicina, enfermería, fisioterapia, derecho y economía, turismo e ingeniería agraria) de la Universidad de Lleida.
El objetivo de este programa es sensibilizar y trabajar para erradicar esta lacra que, día a día afecta más a personas por todo el mundo, y más cerca de nuestra casa. A tal ejemplo, y según datos del Sindicato de Greuges de Cataluña, a un 23,7% de los niños y niñas de Cataluña.
Programa: “Semana de la pobreza en Lleida”
A lo largo de todos estos días se realizarán un gran número de actividades, como talleres, conferencias, teatro del oprimido y exposiciones, ubicadas en diferentes localizaciones de la ciudad y que tendrán como eje vertebrador la temática del Género y Desarrollo.
.
10. Estadísticas sobre la evolución de la pobreza infantil en Cataluña y España
Comenzando a nivel español, para ir concretando conforme avance la investigación, observamos en el gráfico 1 que la tasa de pobreza ha sufrido numerosas oscilaciones. Durante los años 2004, 2005 y 2006 el porcentaje de pobreza infantil se mantenía alrededor de un 24%, dato demoledor teniendo en cuenta de que estamos hablando de personas menores de 16 años que pertenecen a familias las cuales viven bajo el límite de pobreza. Estas familias tienen unos ingresos inferiores al 60% de la media del país con lo que la ingesta de según qué alimentos cárnicos, pescados e incluso verdura fresca en muchas ocasiones se les haga difícil y por tanto su desarrollo se vea afectado y ralentizado.
Es curioso como en el comienzo de la crisis económica, en la que nos veamos sumidos, este baremo descendió un 0,4% que aunque no es muy alto, es significativo.
El 2009 la tasa descendió hasta su punto más bajo, 23,30% con una vertiginosa subida en el posterior año. En tan solo 12 meses el porcentaje alcanzó el 25,30%, dos puntos porcentuales respecto al año anterior. No nos quedamos solo en esta cifra sino que en el último año que aparece en esta gráfica no solo se mantienen los datos sino que vuelve a aumentar 1,2% hasta llegar al 26,50%.
En el gráfico 2 y en el caso de Cataluña podemos ver como los baremos de este índice son más bajos que a nivel estatal. Es importante mencionar que el límite de pobreza en Cataluña es más alto que es España. En 2010 el límite de pobreza en la comunidad autónoma de situaba en 18.310 € al año por hogar con dos adultos y dos niños mientras que en el país el límite se colocaba en 16.418 € al año por hogar con dos adultos y dos niños. Es interesante ver como en España tienes que ser cada vez más “pobre” para ser considerado como ello. Las personas que cobran 17.000 € al año para dos adultos y dos niños por ejemplo -es decir 1.416 € al mes- en España no se considera que vivan bajo el límite de pobreza mientras que en Cataluña sí.
Como ocurrió también en España, en el año 2007 hay un descenso importante en la bajada de la tasa de pobreza infantil de 3,30 puntos porcentuales siendo mucho más significativa en Cataluña que en España.
La diferencia con el anterior gráfico radica en que en el año 2008 la tasa siguió descendiendo acumulando así desde el 2006 una caída de 4,60 puntos porcentuales, casi un 5% en tan solo un año.
Los años posteriores, igual que en el país la tasa de pobreza se disparó aumentando un 5,80% en un año y no solo perdiendo la disminución que se había ganado el año anterior sino aumentando los datos.
Los gráficos 3 y 4 son bastante interesantes porque se ve claramente como España es el país –entre los que aparecen- con menos inversión en familia e infancia. Es cierto que la inversión es relativa al PIB del país pero podemos ver como países que han entrado hace pocos años en la UE como son Bulgaria (2007) o Hungría (2004) y que tienen unos estereotipos de países poco desarrollados, tienen un nivel superior en la inversión de estos dos grupos con un 2,60% en 2010 en Bulgaria (1,9 puntos porcentuales por encima de España) y una inversión de un 2,70% en Hungría (2 puntos porcentuales por encima de España).
La inversión en el gasto social, la protección social y la familia e infancia en España es más baja que en la Europa de los 27. Aunque en España la inversión en gasto social llegue a ser del 41,50% sobre el PIB (sin infravalorarlo ya que es un dato muy esperanzador para invertir en servicios sociales, educación o la sanidad) y la protección social del 14,10%, los colectivos de familia e infancia (uno de los colectivos más vulnerable) están recibiendo una financiación extremadamente baja con un 0,70%.
Como hemos mencionado ya en el cuarto punto “sistema favorecedor de la pobreza”; una falta de inversión en las familias y en el futuro que al fin y al cabo son los niños, es el desencadenante perfecto para que la tasa de pobreza ascienda a límites como el 26,50% en 2011. No solo estoy hablando de la tasa de pobreza infantil sino que la pobreza en general irá aumentando mientras no se propongan unas medidas eficaces para combatirla como puede ser una mayor inversión en estos colectivos (familia y sobre todo infancia) y un equilibrio entre el gasto social, protección social y familias e infancia.
En el gráfico número 5 se vuelve a corroborar la deficiencia no solo española sino también catalana en el avance por la lucha contra la pobreza infantil respecto a la Europa de los 15.
En el 2010 el riesgo de pobreza alta era superada por 5,8 puntos porcentuales en el caso de España y por 4,2 puntos porcentuales en el caso de Cataluña. Vemos pues que en nuestro territorio no solo son impactantes los datos de tasa de pobreza en España sino que el riesgo de sufrirla (abandonar la educación prematuramente, poder tener un techo digno bajo el que vivir, alimentarse correctamente o acceder a actividades extraescolares) es muy alto. Mientras que en Europa el riesgo moderado de sufrir la pobreza infantil no llega a un 20%, en Cataluña y España el baremo alcanza el 23,70% y 25,30% respectivamente, porcentajes suficientemente importantes como para actuar sobre ellos.
El riesgo alto de padecer pobreza infantil, es decir, encontrarse en el límite de considerarse pobre se sitúa en España en un 13,50% y en Cataluña en un 10,20% frente a un 6,50% de Europa. Estamos contrastando pues unos datos que nos dejan ver como el doble de niños en España –respecto Europa- tiene posibilidades altas de entrar en el agujero de la pobreza infantil.
La pobreza infantil no solo se limita a que los individuos menores de 18 años tengan carencias en la alimentación, no puedan acudir a actividades extraescolares o abandonen la educación temprano sino que va mucho más allá de todo esto. Un impago por parte de las familias del alquiler o hipoteca e incluso de las facturas del hogar hace que los niños sufran carencias esenciales en su desarrollo óptimo.
Con la irrupción de la crisis económica, podemos ver en el gráfico 6 el aumento de las familias españolas que no pueden pagar el alquiler o la hipoteca el hogar se ha duplicado en tan solo tres años pasando de un 7% a un 14,50%. El atraso en el pago de las facturas –luz, agua o gas entre otras- ha aumentado en el mismo periodo de tiempo en cinco puntos porcentuales. A la vez, el número de familias que no pueden comer un plato de carne, pollo o pescado fresco cada dos días ha aumentado pasando de 2,90% a 4,40%.
Podemos deducir pues, que sumando estos hechos, la vida de los niños pertenecientes a estas familias no se están desarrollando óptimamente ya que, una imposibilidad económica para asumir estos gastos básicos hace que no puedan permitirse tampoco otro tipo de necesidades como por ejemplo llevar una vestimenta digna, tener un hogar en condiciones, pasar los inviernos en condiciones óptimas, no poder asistir a excursiones escolares… En definitiva estar apartados del curso normal que sigue la sociedad.
Comenzando a nivel español, para ir concretando conforme avance la investigación, observamos en el gráfico 1 que la tasa de pobreza ha sufrido numerosas oscilaciones. Durante los años 2004, 2005 y 2006 el porcentaje de pobreza infantil se mantenía alrededor de un 24%, dato demoledor teniendo en cuenta de que estamos hablando de personas menores de 16 años que pertenecen a familias las cuales viven bajo el límite de pobreza. Estas familias tienen unos ingresos inferiores al 60% de la media del país con lo que la ingesta de según qué alimentos cárnicos, pescados e incluso verdura fresca en muchas ocasiones se les haga difícil y por tanto su desarrollo se vea afectado y ralentizado.
Es curioso como en el comienzo de la crisis económica, en la que nos veamos sumidos, este baremo descendió un 0,4% que aunque no es muy alto, es significativo.
El 2009 la tasa descendió hasta su punto más bajo, 23,30% con una vertiginosa subida en el posterior año. En tan solo 12 meses el porcentaje alcanzó el 25,30%, dos puntos porcentuales respecto al año anterior. No nos quedamos solo en esta cifra sino que en el último año que aparece en esta gráfica no solo se mantienen los datos sino que vuelve a aumentar 1,2% hasta llegar al 26,50%.
En el gráfico 2 y en el caso de Cataluña podemos ver como los baremos de este índice son más bajos que a nivel estatal. Es importante mencionar que el límite de pobreza en Cataluña es más alto que es España. En 2010 el límite de pobreza en la comunidad autónoma de situaba en 18.310 € al año por hogar con dos adultos y dos niños mientras que en el país el límite se colocaba en 16.418 € al año por hogar con dos adultos y dos niños. Es interesante ver como en España tienes que ser cada vez más “pobre” para ser considerado como ello. Las personas que cobran 17.000 € al año para dos adultos y dos niños por ejemplo -es decir 1.416 € al mes- en España no se considera que vivan bajo el límite de pobreza mientras que en Cataluña sí.
Como ocurrió también en España, en el año 2007 hay un descenso importante en la bajada de la tasa de pobreza infantil de 3,30 puntos porcentuales siendo mucho más significativa en Cataluña que en España.
La diferencia con el anterior gráfico radica en que en el año 2008 la tasa siguió descendiendo acumulando así desde el 2006 una caída de 4,60 puntos porcentuales, casi un 5% en tan solo un año.
Los años posteriores, igual que en el país la tasa de pobreza se disparó aumentando un 5,80% en un año y no solo perdiendo la disminución que se había ganado el año anterior sino aumentando los datos.
Los gráficos 3 y 4 son bastante interesantes porque se ve claramente como España es el país –entre los que aparecen- con menos inversión en familia e infancia. Es cierto que la inversión es relativa al PIB del país pero podemos ver como países que han entrado hace pocos años en la UE como son Bulgaria (2007) o Hungría (2004) y que tienen unos estereotipos de países poco desarrollados, tienen un nivel superior en la inversión de estos dos grupos con un 2,60% en 2010 en Bulgaria (1,9 puntos porcentuales por encima de España) y una inversión de un 2,70% en Hungría (2 puntos porcentuales por encima de España).
La inversión en el gasto social, la protección social y la familia e infancia en España es más baja que en la Europa de los 27. Aunque en España la inversión en gasto social llegue a ser del 41,50% sobre el PIB (sin infravalorarlo ya que es un dato muy esperanzador para invertir en servicios sociales, educación o la sanidad) y la protección social del 14,10%, los colectivos de familia e infancia (uno de los colectivos más vulnerable) están recibiendo una financiación extremadamente baja con un 0,70%.
Como hemos mencionado ya en el cuarto punto “sistema favorecedor de la pobreza”; una falta de inversión en las familias y en el futuro que al fin y al cabo son los niños, es el desencadenante perfecto para que la tasa de pobreza ascienda a límites como el 26,50% en 2011. No solo estoy hablando de la tasa de pobreza infantil sino que la pobreza en general irá aumentando mientras no se propongan unas medidas eficaces para combatirla como puede ser una mayor inversión en estos colectivos (familia y sobre todo infancia) y un equilibrio entre el gasto social, protección social y familias e infancia.
En el 2010 el riesgo de pobreza alta era superada por 5,8 puntos porcentuales en el caso de España y por 4,2 puntos porcentuales en el caso de Cataluña. Vemos pues que en nuestro territorio no solo son impactantes los datos de tasa de pobreza en España sino que el riesgo de sufrirla (abandonar la educación prematuramente, poder tener un techo digno bajo el que vivir, alimentarse correctamente o acceder a actividades extraescolares) es muy alto. Mientras que en Europa el riesgo moderado de sufrir la pobreza infantil no llega a un 20%, en Cataluña y España el baremo alcanza el 23,70% y 25,30% respectivamente, porcentajes suficientemente importantes como para actuar sobre ellos.
El riesgo alto de padecer pobreza infantil, es decir, encontrarse en el límite de considerarse pobre se sitúa en España en un 13,50% y en Cataluña en un 10,20% frente a un 6,50% de Europa. Estamos contrastando pues unos datos que nos dejan ver como el doble de niños en España –respecto Europa- tiene posibilidades altas de entrar en el agujero de la pobreza infantil.
La pobreza infantil no solo se limita a que los individuos menores de 18 años tengan carencias en la alimentación, no puedan acudir a actividades extraescolares o abandonen la educación temprano sino que va mucho más allá de todo esto. Un impago por parte de las familias del alquiler o hipoteca e incluso de las facturas del hogar hace que los niños sufran carencias esenciales en su desarrollo óptimo.
Con la irrupción de la crisis económica, podemos ver en el gráfico 6 el aumento de las familias españolas que no pueden pagar el alquiler o la hipoteca el hogar se ha duplicado en tan solo tres años pasando de un 7% a un 14,50%. El atraso en el pago de las facturas –luz, agua o gas entre otras- ha aumentado en el mismo periodo de tiempo en cinco puntos porcentuales. A la vez, el número de familias que no pueden comer un plato de carne, pollo o pescado fresco cada dos días ha aumentado pasando de 2,90% a 4,40%.
Podemos deducir pues, que sumando estos hechos, la vida de los niños pertenecientes a estas familias no se están desarrollando óptimamente ya que, una imposibilidad económica para asumir estos gastos básicos hace que no puedan permitirse tampoco otro tipo de necesidades como por ejemplo llevar una vestimenta digna, tener un hogar en condiciones, pasar los inviernos en condiciones óptimas, no poder asistir a excursiones escolares… En definitiva estar apartados del curso normal que sigue la sociedad.
11. Bibliografía y webgrafía
Blanchar, C. “La tasa de pobreza en Cataluña supera en ocho puntos la media europea”. El país. (2012)
Equipo de estudios Cáritas Española “VII Informe del Observatorio de la Realidad Social. Empobrecimiento y desigualad social. El aumento de la fractura social es una sociedad vulnerable que se empobrece” Informe de Cáritas (2013).
Federació d’entitats d’atenció i d’educació a la infància i la adolescència. FEDAIA [en línea]. 1ª edición. Barcelona (2012).
“Informe sobre la pobresa infantil a Catalunya” Síndic de Greuges de Catalunya. 1ª edición. (2012).
Institut d’ Estadística de Catalunya. Idescat, [en línea] Generalitat de Catalunya.
“La situación de la infancia vulnerable a Catalunya”. XVI edición del Fórum de la FEDAIA,
Barcelona (Octubre 2012)
“L’impacte de la crisi en la infància i l’entorn escolar” IV Estudio del Observatorio de Vulnerabilidad, La Cruz Roja. Lleida (2013)
Morell, A. La legitimación social de la pobreza; prólogo de Carlota Solé. Anthropos Editorial, Barcelona (2002).
Navarro, V; Torres, J; Garzón, A (2011) “La hipoteca del déficit social. Hay alternativas" Sequitur, pp. 103-108
Programa Semana contra la pobreza, Lleida. Ajuntament de Lleida y Metges del Món Catalunya. Universidad de Lleida (2012).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.